“He aquí, yo estoy a la puerta y llamo; si alguno oye mi voz y abre la puerta, entraré a él, y cenaré con él, y él conmigo.” – Apocalipsis 3:20

Facts acerca de Oír la Voz del Señor:

En los mensajes a las 7 iglesias de Apocalipsis, 7 veces el Señor dice: “El que tiene oído, oiga lo que el Espíritu dice a las iglesias.”

En los Evangelios Jesús dice al menos 8 veces: “El que tiene oídos para oír, oiga.”

Esto nos muestra que es importante oír su voz, pero no todos tienen oídos para oírlo, como dice Deuteronomio 29:4: “Pero hasta hoy Jehová no os ha dado corazón para entender, ni ojos para ver, ni oídos para oír.”

En este sentido, oír la voz de Dios, es dado por Dios por medio de su gracia.

¿Cómo sabes que tienes oídos para oír?

Si recibiste a Jesús como Señor y eres salvo, escuchaste su llamado a través de la predicación de evangelio.

Esto, porque la fe que obra para salvación o cualquier otra cosa en Dios viene por el oír:

“Así que la fe es por el oír, y el oír, por la palabra de Dios.” – Romanos 10:17.

Otras versiones que tienen una mejor traducción del griego dicen:

“Así que la fe viene como resultado de oír el mensaje, y el mensaje que se oye es la palabra de Cristo.” – NVI Castellana.

La palabra griega que se traduce al español como “la palabra de Dios o de Cristo”  es ῥῆμα (rhēma). Rhema significa una palabra que se está hablando, no que se habló o escribió, sino que está siendo hablada en el presente.

En el griego, dice que es el rhema de Cristo, las palabras hablándose por el Ungido o la Unción del Santo – por el Espíritu Santo.

Estas palabras son escuchadas por aquellos que el Espíritu de Verdad (de revelación) está influenciando con su voz, a algunos los convence de pecado, justicia, juicio y les revela a Cristo para salvación; a otros, los guía en el caminar en Cristo:

“Pues todos los que son guiados por el Espíritu de Dios son hijos de Dios.” – Romanos 8:14 NTV.

Ahora bien, ¿cómo oímos la voz del Espíritu?

Creo que esto causa mucha confusión por el lenguaje natural que se usa cuando se dice cosas como: “Dios me dijo…”, “Escuche al Espíritu…”, “Cuando Dios me habla…”

Aunque Dios puede hablar audiblemente, o sea, de tal manera que los oídos naturales lo escuchen; la mayoría de las veces habla por inspiración.

Inspiración: Ilustración o movimiento sobrenatural que Dios comunica a la criatura. (Diccionario RAE).

En 2 Timoteo 3:16, donde dice que toda la escritura fue inspirada por Dios se usa la palabra griega θεόπνευστος (theopneustos) – que significa: exhalada por Dios. Es como un aliento del Espíritu que nos enseña todas las cosas. Theo es Dios, pneustos está relacionado a el Espíritu – Pneuma.

“Pero vosotros tenéis la unción del Santo, y conocéis todas las cosas.” – 1 Juan 2:20 RV1960.

¿Cómo distinguimos estos rhemas del Espíritu?

1. Son pensamientos inspirados en nuestra mente: “Porque ¿quién conoció la mente del Señor? ¿Quién le instruirá? Mas nosotros tenemos la mente de Cristo.” – 1 Corintios 2:16 RV1960.
2. Por los frutos: “Por sus frutos los conoceréis. ¿Acaso se recogen uvas de los espinos, o higos de los abrojos?” – Mateo 7:16 RV1960.
3. Porque producen fe como vimos en Romanos 10:17 y la fe es “la garantía de lo que se espera, la certeza de lo que no se ve.” – Hebreos 11:1 NVI Castellana.
4. Producen paz: “…pues Dios no es Dios de confusión, sino de paz.” – 1 Corintios 14:33a RV1960.
5. Concuerdan con la Escritura, siendo esta la profecía más segura: “19 Tenemos también la palabra profética más segura, a la cual hacéis bien en estar atentos como a una antorcha que alumbra en lugar oscuro, hasta que el día esclarezca y el lucero de la mañana salga en vuestros corazones; 20 entendiendo primero esto, que ninguna profecía de la Escritura es de interpretación privada, 21 porque nunca la profecía fue traída por voluntad humana, sino que los santos hombres de Dios hablaron siendo inspirados por el Espíritu Santo.” – 2 Pedro 1:19-21 RV1960.
6. Produce obediencia a la voluntad de Dios en nuestras vidas: “porque Dios es el que en vosotros produce así el querer como el hacer, por su buena voluntad.” – Filipenses 2:13 RV1960.
7. A medida que intimamos con Dios en lectura bíblica, oración y ayunos, mejora nuestra capacidad de distinguir su voz de otras voces a nuestro alrededor o interior. A mayor intimidad, mayor reconocimiento de su voz.

“33 Y tomándole aparte de la gente, metió los dedos en las orejas de él, y escupiendo, tocó su lengua; 34 y levantando los ojos al cielo, gimió, y le dijo: Efata, es decir: Sé abierto. 35 Al momento fueron abiertos sus oídos, y se desató la ligadura de su lengua, y hablaba bien.” – Marcos 7:33-35 Reina-Valera 1960.