Aquí incluimos un estudio bíblico acerca del video:
La Mayor parte de las acusaciones de los que atacan la iglesia como un grupo de hipócritas es que hablamos de Dios que es santo, hablamos de que Dios juzgará a los pecadores y predicamos la salvación del juicio final por medio de Jesucristo; pero pecamos, tenemos debilidades y problemas. Por tanto, ¡somo hipócrita!
Muchos cristianos han caído en esta trampa… “Soy un hipócrita, le fallo a Dios y no puedo ser un buen cristiano… No daré testimonio ni seguiré mi llamado… ¡No seguiré congregándome!”
Ahora bien, según lo que hemos visto de las enseñanzas de Jesús en Mateo 23, esto no es razón para ser llamado o ser un hipócrita. Precisamente el testimonio del evangelio es precisamente reconocer que somos pecadores, que no podemos justificarnos por nuestras propias obras y que dependemos de la misericordia y gracia de Dios por medio de Jesucristo cada día.
Juan dice de esta condición en 1 Juan 1:8-10:
“8 Si alardeamos de no cometer pecado, somos unos ilusos y no poseemos la verdad. 9 Si, por el contrario, reconocemos nuestros pecados, Dios, que es fiel y justo, nos los perdonará y nos purificará de toda iniquidad. 10 Si alardeamos de no haber pecado, dejamos a Dios por mentiroso y además es señal de que no hemos acogido su mensaje.”
Pablo por otro lado nos confiesa acerca de este mismo tema en Filipenses 3:12-14 acerca de pretender (fingir o actuar) ser perfecto:
“12 No que lo haya alcanzado ya, ni que ya sea perfecto; sino que prosigo, por ver si logro asir aquello para lo cual fui también asido por Cristo Jesús. 13 Hermanos, yo mismo no pretendo haberlo ya alcanzado; pero una cosa hago: olvidando ciertamente lo que queda atrás, y extendiéndome a lo que está delante, 14 prosigo a la meta, al premio del supremo llamamiento de Dios en Cristo Jesús.”
No somos hipócritas si reconocemos nuestra necesidad de Dios, su misericordia y gracia. Somos hipócritas si pretendemos no pecar o ser perfectos ya. Por el contrario, el que no conoce a Dios necesita saber que nosotros no somos mejores que ellos, que bueno es Dios:
“¿Por qué me llamas bueno? Ninguno hay bueno sino uno: Dios.”
Etas palabras son de Jesús y aparecen en Mateo 19:17. Que Jesús cuestione su bondad ante los hombres, nos deja a nosotros mucho por caminar para autoproclamarnos buenos en comparación con Él. Por eso los hipócritas religiosos se comparan con los demás pecadores y en especial con los que no fingen justicia.
Así que aquellos que nos llaman hipócritas, este es el mensaje: Es más hipócrita no reconocer nuestra necesidad de Dios, de su amor, misericordia y gracia en Cristo Jesús que ir a la iglesia porque nuestras debilidades, pecados y problemas nos hacen depender de Dios.
Por otro lado, a la iglesia, no pretendamos ser perfectos, no es necesario para agradar a Dios. Para agradar a Dios lo que necesitamos es la fe en Jesucristo y sin ella es imposible agradar a Dios (Hebreos 11:6). Fíjate que en este mismo capítulo 11 del libro de Hebreos se nos muestra “héroes de la fe” que la misma Biblia en sus relatos nos muestra sus debilidades, pecados y problemas.
La naturaleza humana no es negada por la Biblia, al contrario, es expuesta para que dependiendo de su gracia por medio de la fe en Cristo podamos ser salvos. Al reconocimiento de esta verdad le llamamos humildad y Dios da gracia a los humildes y a los altivos mira de lejos (Santiago 4:6).
“11 Cuando vieron esto los fariseos, dijeron a los discípulos: ¿Por qué come vuestro Maestro con los publicanos y pecadores? 12 Al oír esto Jesús, les dijo: Los sanos no tienen necesidad de médico, sino los enfermos. 13 Id, pues, y aprended lo que significa: Misericordia quiero, y no sacrificio. Porque no he venido a llamar a justos, sino a pecadores, al arrepentimiento.” – Mateo 9:11-13 RV1960.
