No Digas NO

Hay algo en el matrimonio que se debe evitar a toda costa

La Palabra es clara cuando dice:

“Que el marido cumpla su deber para con su mujer, e igualmente la mujer lo cumpla con el marido. La mujer no tiene autoridad sobre su propio cuerpo, sino el marido. Y asimismo el marido no tiene autoridad sobre su propio cuerpo, sino la mujer. No se priven el uno del otro, excepto de común acuerdo y por cierto tiempo, para dedicarse a la oración. Vuelvan después a juntarse, a fin de que Satanás no los tiente por causa de falta de dominio propio.” (1Co 7:3-5 NBLH)

Nuestras culturas nos enseñan  a castigar a nuestros cónyuges retirándoles el compartir sexual. Se dicen cosas como “hoy duerme con el perro”; “hoy duermo en el sofá” o “estarás a dieta”. Aunque esto es común en la tele y en la cultura, en el Reino no debe ser así. En nuestra cultura de Reino el esposo se debe a su esposa y la esposa al esposo. De manera que solo pueden negarse el uno al otro, por un tiempo corto, por mutuo consentimiento y para cosas como orar. Luego deben unirse para no dar lugar al enemigo.  Claro esposo o esposa, si tu pareja está enfermo ore por su sanidad y cuando sane vuelvan a unirse.

La sexualidad es parte importante del matrimonio y Dios la creó para que ambos la disfruten, no se niegen ese don de Dios el uno al otro; así evitarán abrir puertas a la tentación sexual.

Recuerden lo que dice Pablo:

«Airaos, y no pequéis; no se ponga el sol sobre vuestro enojo; Ni deis lugar al diablo.» (Efe 4:26-27 SRV)

Pastor Jaime